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Entrenamiento para el Spartathon, semana 29


Esta ha sido la semana de menor kilometraje de lo que va de año, pero ya está entrenado todo lo que había que entrenar y me ha servido para recuperar chispa.

En 4 días y 19 horas desde la publicación de esta entrada, comenzará la gran cita... 
LUNES

Sesión 1: 10,87 km en 1:05:09, ritmo medio de 5:59 min/km y desnivel positivo de 127 metros.

Pese a haber dormido más de 9 horas, me levanté bastante cansado el lunes, somnoliento, con la nariz taponada y la garganta seca.

Aun así queda solo una semana de entrenamientos para el Spartathon, ya tendría tiempo de descansar antes de la prueba la semana siguiente, por lo que tras sonarme los mocos, espabilarme y tomarme un puré de manzana que me alivió la garganta, salí a correr.

El día estaba nublado, con mucha humedad y no me apetecía rodar por el paseo, así que decidí meter algunas variantes a mi circular interior del faro y así evaluar mis piernas tras el sandwich del domingo.

Con pendientes en contra me encontraba mejor de lo previsto y en pendientes a favor iba muy bien, pero me encontraba atascado en el llaneo, sintiéndome lento y pesado.

Es normal tras la paliza previa, pero como esta semana va a estar basada en rodajes suaves y sin doblajes y quizá alguna tirada más fuerte pero de hora y media como máximo, comprobaríamos si vuelve la chispa más adelante.

MARTES

Sesión 2: 9,55 km en 59:16, ritmo medio de 6:12 min/km y desnivel positivo de 33 metros.

Tras levantarme una hora antes de lo previsto ya que tenemos trabajo acumulado en el curro, mis legañas y yo salimos a correr.

Por segundo día consecutivo usé las Kalenji Run Active, con las que me sigo encontrando lento y torpe, sobre todo durante los primeros kilómetros.

Hoy me costó quitarme de encima la somnolencia pero a la vuelta pude mejorar el promedio sin demasiado esfuerzo.

MIÉRCOLES

Sesión 3: 15,26 km en 1:17:08, ritmo medio de 5:03 min/km y desnivel positivo de 192 metros.

Sesión vespertina con los compañeros del Club Atletismo Fuengirola en la que hicimos dos grupos para correr una hora.

Me encargué del grupo "experimentado", recorriendo cerca de 12 kilómetros en una hora, ascendiendo por la Cañada del Muerto hasta la zona del hipódromo y enganchando por los carriles de El Chaparral para desembocar en el parque del Castillo Sohail.

Fue una tirada muy divertida y en buena compañía, hoy tocó correr con las Stone y la mochila, bien cargada, para simular las condiciones del Spartathlon y aunque el ritmo fue bastante superior al que pretendo llevar, las sensaciones fueron muy buenas.

Voy recuperando la chispa y afinando el material que llevaré, creo que sustituiré los bidones de medio litro por dos de 330 ml y que llevaré como comida piña, papaya, mango y manzana desecada, aparte de algún tipo de compuesto de sales soluble en agua.

Por mi parte la sesión se alargó al comenzar en el Miramar y volver a casa, pero se me hizo muy amena y divertida, mañana tocará madrugar para entrenar en solitario, a ver como responde el cuerpo... ¡ya queda menos!

JUEVES

Sesión 4: 9,35 km en 56:52, ritmo medio 6:05 min/km y desnivel positivo de 51 metros.

Me levanté activo pero algo cansado, aunque tras dar la vuelta en el faro de Calaburras empecé a encontrar mejores sensaciones, acabando los últimos kilómetros más cerca de 5:30 que de 5:40 con un pulso estabilizado en torno a 130-135 pulsaciones.

Muscularmente sin secuela alguna de la tirada de hacía pocas hora y con ganas de más, sumamos km y restamos horas para la salida del Spartathlon ;)

VIERNES

Sesión 5: 9,87 km en 1:00:41, ritmo medio de 6:09 min/km y desnivel positivo de 37 metros.

El viernes quería hacer la primera prueba de material para el Spartathlon.

Probado probado ya estaba todo, ya que durante el Reto 1000k por el apego había llevado ya la mochila y sandalias que usaría en el Spartathlon, pero en este caso iría más ligero y quería probar la distribución óptima.

Así, con las Pies Sucios Stone y la mochila con 2 botellines de 33 cl llenos de agua, el cortavientos, el frontal, las pilas de repuesto, la batería externa, el cable de carga del GPS y el cinturón con mi documentación y el móvil, salí a trotar por una de mis rutas habituales.

Ese sería el peso mínimo que llevaría, ya que aun quedaban por meter pañuelos, tiritas, las gafas de sol y varias bolsas con fruta desecada (mango, papaya, piña y manzana serían las elegidas), pero la prueba con el peso de salida la haría el domingo con los compañeros del Club Atletismo Fuengirola.

Me noté ágil, pese al lastre de la mochila, fui cómodo con la mochila y el pantalón y en cuanto di la vuelta me puse a 6 min/km sin dificultad alguna, rondando 125 ppm.

El domingo probaré con el, al menos, kilo añadido de comida y complementos, en un recorrido algo más extenso y a ritmos superiores al del Spartathlon, a fin de comprobar el rebote y los posibles roces, la del sábado sería una tirada tranquila.


SÁBADO

Al final no hubo sesión el sábado, ya que Mayte y Ángela (una de mis cuñadas) se levantaron sobre las 5 de la mañana para viajar a Sevilla y los perros se quedaron revolucionados.

Sobre todo Yogur, que no paraba de saltarme encima y lamerme para que los sacase y llegó un punto en el que parecía que me estaba haciendo un masaje cardíaco, ya que apretaba fuerte con sus patas contra mi pecho, me pegaba un par de lametones y repetía la operación.

Al final ni entrené ni dormí, pero aproveché para darles un buen paseo, recoger un poco la casa y darle horas de descanso al cuerpo, ya que el domingo tenía la quedada con los compañeros del Club Atletismo Fuengirola.

DOMINGO

Sesión 6: 19,38 km en 1:39:10, ritmo medio de 5:07 min/km y desnivel positivo de 102 metros.

Muy buena quedada, entretenida como siempre, con los compañeros del Club Atletismo Fuengirola.

Al igual que el viernes, con las sandalias, calzoncillos, calzonas, camiseta... en definitiva el mismo equipo que llevaré en el Spartathlon.

Solo me faltaron los manguitos, tiritas, pañuelos y algunos detalles más de poco peso que compensé echando dos bolsas de frutos secos a la espalda.

Muy bien de sensaciones y muscularmente, nos adelantamos al grupo José Peluki y yo para luego engancharlos a la vuelta y de nuevo tras llegar al final del carril bici, charlando pero con ritmos buenos, de entre 4:20 y 4:50 en la vuelta.

RESUMEN SEMANAL Y SENSACIONES:

Ya si me noto con la chispa suficiente para no tener problemas en los cortes del primer centenar de kilómetros y en el resto hay que tirar de fondo, que es mi fuerte.

Esto ha sido todo, han sido 29 semanas de entrenamiento espartano (nunca mejor dicho) que espero que en la trigésima semana me sirvan para superar con éxito la península del Peloponeso y pueda besar los pies del Rey Leónidas en Esparta.

Gracias a todos los que me leéis, por acompañarme en este gran viaje.

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