¡Atención! antes de seguir leyendo tenéis que saber que el sujeto protagonista y autor de esta crónica se enfrentó a un triatlón con un mono de surf al primer segmento, una bicicleta de montaña de segunda mano de 100 euros al segundo y descalzo al tercero; Si continuáis leyendo es bajo vuestra propia responsabilidad, y ante todo, ¡no intentéis esto en casa! PD: antes de comenzar también, muchísimas gracias a Mayte por su ánimo, paciencia, compañía y sus fotos, ¡eres la mejor!