El año pasado obtuve plaza para la I CxM Sierra Blanca fuera de plazo, gracias a una ampliación de última hora para cubrir unos huecos que quedaron libres; fueron los 36 kilómetros más bonitos y sufridos que viví hasta el momento. Este año me inscribí en cuanto tuve la oportunidad en la nueva modalidad de 42 kilómetros, que prometía emociones fuertes; estuve varias semanas pensando qué nos depararía la prueba y barajando qué material llevar.