Última parada antes del maratón de Valencia del próximo 4 de diciembre y qué mejor escenario que la Media Maratón de Málaga, en la que el año pasado paré el crono en 1:14:40, siendo durante varios meses mi mejor marca en la distancia.
Segunda media maratón del año, parece que por fin vamos retomando de nuevo las citas tradicionales y es una alegría ver cómo pese a las circunstancias, con las medidas oportunas podemos volver a recorrer las calles a la carrera.
No llevo recorridos ni de lejos los mismos kilómetros que el año pasado ni me encuentro tan fuerte, pero tenía claro que quería repetir el ultraentrenamiento de Almería a Málaga, esta vez en agosto y en mi fuero interno, sabía que podría con él. Sería un simulacro de Spartathlon con el mismo equipo, pautas de nutrición, alimentación y prácticamente, ritmo, con el que acudiré a Grecia en poco más de 7 semanas, salvo que algo fallase.
Tras establecer en la vigésimo octava edición de la media maratón de Málaga mi mejor marca en dicha media, con una hora y 20 minutos, el objetivo este año era superarla y llegaba concienciado y preparado. Desayuné una porción de pizza de la noche anterior, como es habitual en mí antes de una competición (sobre las 6 y media) y tras ir al baño salí al recinto ferial de Fuengirola, donde había quedado con varios compañeros del club para ir a Málaga.
Quedaban algo menos de 15 minutos para las 6 de la mañana cuando mi GPS comenzó a vibrar, aunque llevaba ya un buen rato despierto. Por tercera vez, segunda en la fecha histórica, me enfrentaría a la Carretera de la Muerte, una quedada por la nacional 340 para rememorar a las víctimas de "La Desbandá".
Por quinto año consecutivo tomaría la salida del maratón de Málaga, de forma ininterrumpida salvando la cancelación por lluvias en 2016, pero este año no iría a buscar marca, sino como última tirada larga de cara a las 24 Horas de Barcelona. A las 7 de la mañana me recogió Nacho, compañero del club, que junto con Esther debutarían en la distancia; su tío, que repetía por segundo año, nos acompañaba también.
Para entender mejor este ultraentrenamiento hay que situarlo en contexto y como es probable que llegue a personas que no me conozcan previamente quiero poneros en situación. Llevo desde febrero entrenando para el Spartathlon y ese mismo mes, antes de saber que tendría dorsal, ya había realizado el circuito en la X Carretera de la Muerte .
Tras cancelarse la media maratón rural de mijas y decidir a última hora no acudir a la media de Lucena debido a las condiciones meteorológicas, la de Málaga sería la primera media de la temporada. Y aunque no creo que sea la última si que sería la primera que disputaría a tope, ya que este año me he colado entre los 6 seleccionados para representar a España en el Spartathlon, por lo que me esperan tiradas ultramaratonianas a ritmos contenidos.
"...Y ahora viene la barbarie final. No contentos con bombardear y ametrallar a esta procesión de campesinos indefensos, a lo largo de esta larga carretera, en la tarde del día 12 cuando el pequeño puerto de Almería estaba repleto de refugiados, habiendo aumentado en población el doble, cuando unas cuarenta mil personas exhaustas alcanzaron un puerto de lo que ellos pensaban que era seguridad, fuimos masivamente bombardeados por aviones fascistas alemanes e italianos. La sirena dio la alarma 30 segundos antes de que cayera la primera bomba. Estos aviones no hacían esfuerzo alguno por alcanzar los barcos de guerra del Gobierno que estaban en el puerto, ni por bombardear las barricadas. Estos lanzaron deliberadamente diez grandes bombas en el centro mismo de la ciudad, donde en la calle principal, dormían apiñados sobre la calzada, de tal forma que apenas si podía pasar algún coche, los exhaustos refugiados..." El Crimen del Camino Málaga-Almería. Dr. Norman
Como si del estribillo de una canción pegadiza se tratase, el GR 248 o Gran Senda del Guadalhorce llevaba rondando mi mente y la de Paco varias semanas, a la espera de un día en el que se alineasen los astros para llevarla a cabo. Ese día fue el pasado martes, en un resquicio que el mal tiempo que había azotado la provincia nos dejó en un día libre que nos cuadró a ambos.
La que sería mi cuarta maratón de Málaga, séptima maratón de asfalto oficial y primer maratón de asfalto en 2 años comenzaba temprano, pasadas las 6 de la mañana, aunque no sería hasta pasadas las 8 cuando entraría en mi cajón de salida, el de sub 3 horas. En medio, un frugal desayuno, el viaje en coche a Málaga con Ernesto y charlas con múltiples compañeros y amigos, como los compañeros del TAC, Simo, Mark, Elías, Chemari, Emma y muchos otros.
Los mejores planes en la vida son improvisados; eso no significa actuar sin cabeza, sino tener la determinación de actuar cuando surge la oportunidad, aunque no sea en el mejor de los escenarios. Este fin de semana mi idea era correr en La Desértica, ya que un amigo con un dorsal de equipo no podría acudir finalmente, pero por circunstancias de la vida, acabé en Nerja en lugar de en Almería.
Sobre las 7 de la mañana me recogió Dory en mi portal, rumbo a Málaga; iba con las Nunche 2 , mis calzonas, una camiseta de aros, un buff y una mochila con algo más de 2 kilos en equipamiento, comida y bebida. A muchos les chocaría llevar semejante lastre a una carrera popular de apenas 10 km y con razón, pero mi idea iba más allá, ya que me había planteado la jornada como una tirada larga de calidad y al acabar la carrera volvería a Fuengirola corriendo.
Mi trigésimocuarta media maratón de asfalto oficial, quinta en la capital, ponía fin a una semana donde, si todo iba bien, acabaría con más de 130 km en las piernas; he bajado dos puestos en la lista del Spartathlon , es ahora o nunca. La mañana se presentaba fría, más de lo habitual a esas horas debido al cambio de hora, pero ya estaba yo enfundado en mis calzonas, "armado" con las Simna 3 una vez más.
Como adelanté hace unos días, este sábado se iba a llevar a cabo una iniciativa preciosa en el Decathlon de Guadalmar, en el que nuestros kilómetros recorridos en cintas de correr se convertirían en kilos de pienso para la protectora de animales de Málaga. De inmediato contacté con ellos y me puse a su disposición para echar el mayor número de horas posible, e intentar, por qué no, alcanzar los 100 kilómetros en las 12 horas que duraría la iniciativa.
Tras un año de parón, al coincidirme con el II Ultra Trail Tabernas Desert en 2015, volvía a la media de Málaga. En 2014 debuté en media con Fivefingers en la XXIV media maratón Ciudad de Málaga , con 1:24:23, mi segunda mejor marca en media hasta la fecha, y aunque este año no había hecho nada de preparación específica, llegaba con muchas ganas.
Hacen ya 2 semanas desde que se tomó esta foto en Barcelona, y mañana, 15 días después, se repetirá a 1.168 kilómetros de distancia, en Secadero, donde llegarán mañana sobre las 12 de la mañana. Los protagonistas de esta imagen son los héroes Manuel tenllado, Paco "Eltziar", Francisco Berbén y Mark Woolley, que en estos momentos están finalizando la decimocuarta etapa del mayor reto deportivo que he tenido la suerte de conocer, y por unas horas, compartir.
Como adelantaba la semana pasada, al poner fecha a varios de los retos para este 2016 , para este miércoles 16 tenía prevista una tirada para superar mi mejor marca en 100 kilómetros. Tan solo me faltaba definir el trazado, pero tenía ya todo estudiado y calculado al milímetro... salvo lo imprevisible.
La que estoy a punto de narrar ha sido mi mayor aventura de una tacada hasta la fecha... por lo que condensar todas las experiencias vividas en casi 30 horas de titánico esfuerzo será muy complicado... Seguro que se me pasan momentos, nombres y anécdotas, pero trataré de revivir la experiencia lo más fielmente posible; todo comenzó sobre las 4 de la tarde del viernes pasado, cuando Pascal y yo, tras lo que pareció una eternidad, aparcamos en Prado del Rey.
Este año, en todos los cross en los que he participado ha estado involucrada la universidad de una u otra forma. En enero participé en el Campeonato Andaluz de Cross Universitario como miembro del equipo de la UMA, y ahora, 11 meses más tarde, volvería a participar en uno, corriendo el cross que precisamente mi universidad organiza.