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Simulacro de carrera y prueba de material, alimentación e hidratación


Ayer por la tarde llegué al punto álgido de mi preparación, a largo plazo, sub 23 horas en los 101 km de Ronda 2015 (siempre, que consiga plaza), y a corto plazo, los 109 km del Ultra Trail Tabernas Desert 2015.

Antes de nada quiero dar las gracias a Cristóbal (@traveloide) por ofrecerse a acompañarme en este durísimo entrenamiento, sin duda, sin su presencia hubiese sido mucho más duro.

Resumen del equipamiento

El equipamiento sería el mismo a llevar el día de la prueba, a priori, las Luna Sandals Oso como calzado, la equipación del Club Atletismo Fuengirola y como novedad, las medias de comprensión del Andorra Ultra Trail.

En cuanto a material, llevaría la mochila de hidratación SAD Extend de Quechua, con dos bidones de 800 mililitros, frontal, baterías y baterías de repuesto, manta térmica, los Arpenaz 200 y luz roja de posición trasera, además del móvil, las llaves y el GPS.

Por último, en cuanto a nutrición e hidratación, llevaría 1 litro de agua con 3 pastillas de sales Isostar, 1 litro de Powerade, 1 Banana Punch de Powerbar, 1 gel de Powerbar, otro de nutrisport y 2 plátanos.


Resumen del entrenamiento

La idea inicial era recorrer aproximadamente 60 kilómetros con un desnivel total acumulado de alrededor de 3000 metros en las 6 horas previstas de entrenamiento.

A las 14:55 estaba en la "zona cero", y tras pocos minutos llegó Cristóbal y comenzamos la aventura.




Los primeros kilómetros 10 kilómetros pasaron volando, corriendo sobre carriles con poco desnivel por parte final de la etapa 32 de la Gran Senda de Málaga.

Posteriormente el desnivel comenzó a incrementarse de forma mucho más significativa, hasta alcanzar algo más de 100 metros en algunos kilómetros, y en una zona de bajada poco técnica llegué a pensar, momentáneamente, que se iba a acabar el entrenamiento.

Era el kilómetro 18, llevábamos algo menos de 2 horas de carrera y corríamos por una zona bastante rocosa, en la que tuve la mala suerte de tropezar e impactar directamente con los dedos del pie derecho contra una piedra.

El dolor fue instántáneo, paralizándome el dedo corazón del pie, cuya uña estaba muy levantada y sangraba profusamente.

Dolía bastante al apoyar, y cada pocos metros tenía que limpiarme el dedo con agua, ya que se llenaba de polvo provocándome un intenso escozor, pero tras consensuar con Cristóbal un cambio de ruta, decidimos continuar hasta donde aguantase mi dedo, por asfalto.

Bajamos a Mijas Pueblo, rellenamos nuestros bidones en la fuente de la entrada del pueblo y nos dirigimos al repetidor de Mijas.

Fue un ascenso duro, ya que tenía la uña bastante levantada y se balanceaba ligeramente al pisar, pero mientras subíamos la sangre se fue secando y se quedó fija en su posición; ya dolía bastante menos.

Descansamos un minuto en la cima y comenzamos el descenso, cruzándonos con un ciclista que estaba a punto de coronar el Cerro del Moro con su Orbea.

Tras la breve parada tardamos un poco en arrancar, pero finalmente volvimos a poner ritmo de crucero (modo "ultra"), un ritmo de entre 5:30 y 6 minutos por kilómetro, tras más de 3 horas de entrenamiento.

Tanto Cristóbal como yo comenzábamos a notar ya el peso de la fatiga, por lo que recalculamos la ruta inicial (bajada por la Torre Budista de Benalmádena y el Castillo de las Águilas) y acortamos por la Reserva del Higuerón.

Por momentos flaqueaba Cristóbal, posteriormente flaqueaba yo, pero nos íbamos animando mutuamente y pese a las 4 horas y media de camino, llegamos al Paseo Marítimo de Carvajal rondando un ritmo de 6:30 min/km.

Pocos kilómetros después, no obstante, tras dejar atrás el kilómetro 43, empecé a estar tan dolorido que le propuse cubrir los dos últimos kilómetros hasta el coche dando pasos largos.

Nos encontramos con el ciclista del repetidor (casualidades de la vida) y con compañeros del Club Atletismo Fuengirola (Manuel Rodríguez y Carlos Matoso), pero ya la cabeza no daba para más, así que seguimos como pudimos.

Cristóbal y yo nos despedimos en su coche, en el mismo punto donde hacía casi 6 horas habíamos comenzado nuestra aventura.


A mi me quedaban aún un par de kilómetros y finalmente paré el crono en 6:15:38 en la calle de Mayte, mi pareja, tras haber recorrido 47,45 kilómetros, completando el entrenamiento más largo hasta la fecha con bastante diferencia.

Al final los 60 kilómetros se quedaron algo lejos, pero en cuanto a desnivel afrontamos un acumulado de 3146, ligeramente superior al previsto; es cierto que por primera vez en un entrenamiento me rompí una uña, pero no es excusa.



Análisis del material

Con las Luna Sandals no me fue mal, pero la experiencia con la uña me ha hecho replantearme el llevármelas a Tabernas, ya que en 109 kilómetros puede pasar de todo, y aunque hasta 47 kilómetros he aguantado con ellas, no sé como aguantarán los pies con más km en ellas, y en caso de tropiezo romperme una uña es casi lo mejor que me puede pasar en descenso técnico.

Los bastones no llegué a emplearlos, aunque tras el kilómetro 43, de haber ido corriendo por montaña, los hubiese empleado.

Por la noche, al bajar la temperatura, hubiese necesitado manguitos, ya que aunque hacía fresco, no era demasiado como para usar cortavientos, así que en la próxima tirada larga previa a Tabernas probaré a llevármelos.

Las medias de compresión me funcionaron a la perfección, y la distribución del peso en la mochila fue excelente; al sustituir la vejiga por los dos bidones la mayor parte del peso recaía sobre mis hombros, en lugar de sobre la espalda, lo que lo hacía mucho más llevadero.

En lineas generales estoy muy contento con el resultado del material con respecto a mis expectativas, las Oso me han dejado un poco de incertidumbre en el tema calzado, pero posiblemente lo que haga al final sea calzármelas de salida y llevar calzado "de repuesto" encima por si me surge algún percance.

Análisis de la estrategia de nutrición

Cada 10 minutos el Garmin 310 XT me avisaba de que debía dar un sorbo a cada uno de los bidones alternativamente, una vez agua con sales y otra vez bebida isotónica, a la segunda hora me comí los dos plátanos, a la tercera hora me tomé media Banana Punch, que a la cuarta hora me acabé, y en la quinta hora me tomé un gel.

Además, probé pan de higos cuando me tomé los plátanos, y en total ingerí un litro de agua con sales, un litro de Powerade y un litro de agua.

No tuve hambre ni sed, y en unas ocasiones no me apetecía beber y en otras bebía antes de tiempo, pero siempre espaciando cada toma como máximo 10 minutos.

Tras la cuarta hora de carrera se me acabaron las sales, y aunque no llegué a sentirme demasiado acalambrado, en la última media hora de carrera si que me hubiese venido bien un aporte salino.

Obviamente en competición llevaré reserva de sales, geles y barritas, por lo que pienso que el rendimiento será similar o incluso superior.

Análisis de las sensaciones posteriores

Esta mañana me levanté sin demasiadas agujetas, aunque con las piernas muy cargadas, y aunque pensaba competir en Estepona, bajando las escaleras noté un chasquido y un dolor repentino en mi rodilla izquierda, la afectada por la condromalacia, por lo que, tras meditarlo un momento, volví a la cama.

Ahora me molesta ligeramente, pero seguramente sea producto del esfuerzo únicamente, ya que puedo andar sin dolor, y cuando comencé con la condromalacia llegué a ser incapaz de andar sin cojear; de cualquier manera, mañana toca tirada en bici, por lo que tendré hasta el martes para darle descanso a mis piernas.

A diferencia de en otras ocasiones, no me molesta en absoluto la espalda, y para haber corrido un maratón alpino entrenando tengo el cuerpo muy entero.

Ha sido un entrenamiento muy completo, perfecto simulacro de carrera del que aprendo mucho y, sobre todo a nivel psicológico, salgo muy animado.

Toca recuperar y agotar los últimos entrenamientos; ¡nos vemos en Tabernas!

Comentarios

  1. Veros a los dos ya me crea mucho respeto. Vaya dos elementos. Sin duda extraordinario el teneros y poder compatir vuestras peripecias. Me quito el sombrero ante vosotros.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Manuel, me halaga muchísimo ese comentario.

      ¡A ver si coincidimos pronto en una popular de Málaga! ¿este año participáis en la MLK night también?

      ¡Un saludo!

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