Ir al contenido principal

IV Carrera Urbana Masala Mijas


Después de la tendinitis que me tuvo cojo una semana completa, haciendo que me perdiese la media maratón de Fuengirola, parecía que por fin las molestias remitían.

Mi idea inicial era repetir el panteamiento del año pasad e ir trotando, correr y volverme trotando, pero como mis padres me insistieron mucho, nos recogieron a Chema, corredor descalcista madrileño y a mí en el Mercado del Boquetillo, poco después de las 8 y media de la mañana.

Nos acompañaba Olga también y ya en La Cala nos fuimos agrupando la abundante representación del Club Atletismo Fuengirola que acudimos a la cita esta jornada.

Ya sabía que el cuerpo iba bien trotando hasta una hora a ritmo suave pero como no sabía como reaccionaría a ritmos fuertes decidí colocarme en tercera línea de salida, para realizar una salida controlada, ya que me funcionó muy bien en Ubrique.

Tras el bocinazo de salida me coloqué en la parte derecha de la carretera y me puse a 3:30, ritmo que pensaba mantener durante todo el primer kilómetro.

Desde los primeros metros comencé a adelantar corredores, pero mantuve la cabeza fría y no modifiqué el ritmo.

Llevaba a referencia de la camiseta de Osama en la distancia, pero justo al pasar junto al parque de la Butibamba se echó una mano al costado y paró en seco.

Era mala señal, ya que me había comentado que llegaba cansado y con muchos kilómetros esta semana y se ve que había tenido molestias...

El único corredor que me había adelantado desde el comienzo de la carrera era un muchacho de camiseta oscura que corría como independiente, Daniel Blanco Galindo, tras cuya estela me situé mientras seguíamos adelantando corredores, en ese momento a las jovencísimas muchachas que se disputaban el primer puesto.

Giramos en el Bombo, como es habitual y entramos en la pasarela de madera, en la que, nos habían advertido, tendríamos un tramo de arena debido a los desperfectos ocasionados por el temporal.

Daniel se tiró a cuchillo pero yo fui algo más cauto y le perdí algunos metros, aunque como la arena estaba bastante compacta los recuperé en la subida y nos pusimos codo con codo en cuanto volvimos a las pasarelas de madera.

A lo lejos llevábamos a Lucas, joven corredor del Torremolinos de gran nivel, al que poco a poco íbamos recortando metros.

Dejamos atrás el Torreón entre los vítores del público y entramos en la segunda vuelta, por la que recorreríamos el mismo circuito.

En la primera vuelta no había tenido molestia alguna, aunque notaba la irregularidad en los entrenamientos desde que he vuelto del Spartathlon, ya que iba a 188 pulsaciones en ritmos de 3:45, cuando antes de la cita griega podía rondar 5-6 pulsaciones menos a ese ritmo.

Aun así estaba encantado, porque pese a llevar un ritmo agónico, como es habitual en este tipo de pruebas, cortas para lo que acostumbro a hacer, sabía que Lucas era una muy buena referencia para llevar, ya que solemos hacer los mismos tiempos en carreras populares y en ocasiones incluso llega antes que yo.

Lo alcancé justo en el punto donde había perdido la referencia de Osama en la primera vuelta, notando aun en la nuca el aliento de Daniel e hicimos una buena grupeta.

El ritmo se relajó un poco, apenas 4 segundos, pero los corredores que llevábamos en cabeza eran ya inalcanzables y creo que los tres sabíamos que disputaríamos la carrera hasta el final, por lo que guardamos un poco las fuerzas por si alguno se escapaba.

Volvimos a las pasarelas de madera, en la que aproveché el giro para meterme primero y coger un poco de ventaja; Daniel se comenzó a quedar un poco atrás por el sonido de sus pasos, cada vez más lejano, pero Lucas estaba apretando como un jabato y lo tenía pegado a la izquierda.

Unas muchachas que iban por la primera vuelta dudaron al bajar a la orilla antes de volver al paseo marítimo y aproveché nuevamente para meterme primero en la bajada, aunque en esta ocasión la arena estaba muy pisoteada y removida y empleé más tiempo en llegar a la acera.

Ya tenía nuevamente a Lucas a mi izquierda, codo a codo; la verdad es que es difícil encontrar alguien que vaya exactamente a tu mismo ritmo y fue un placer poder compartir esa segunda vuelta con él.

Cuando lo alcancé pensaba que se iría quedando poco a poco, pero estabilizamos nuestros ritmos en un punto en el que nos exigíamos un punto más que si estuviésemos corriendo solos y los metros eran muy llevaderos, aunque no intercambiásemos palabra alguna.

Tras dar un par de voces a los corredores que corrían en paralelo frente a nosotros (aunque se hubiese avisado por megafonía...) los doblamos y dejamos atrás el puente del arroyo; quedaban apenas 400 metros.

El punto clave fue cuando una chica rubia se nos cruzó en el camino, de repente se quedó parada y tuve que saltar literalmente a la derecha, casi saliéndome a la arena, pero peor parte se llevó Luca, ya que se asustó y se giró hacia la izquierda, por donde venía él; no se como la esquivó.

Afrontando los últimos metros...
Aunque parezca una tontería decidí esperarlo un momento alargando el inicio del sprint unos segundos más y cuando lo volvía a tener a mi izquierda comenzamos ambos el sprint final, en el que, llegando 2 décimas de segundos antes que él y ambos 3 segundos antes que Daniel.


Últimos metros...

Final del sprint...
 Tras abrazarnos en meta Lucas y yo nos dirigimos a la máquina de los tickets con el tiempo y comprobamos con alegría que ambos habíamos hecho podio, despidiéndonos hasta la siguiente prueba tras charlar brevemente.

Duodécimo absoluto y 2º sénior, muy orgulloso del resultado.
El año pasado había empleado 19:38 pese a haber ido corriendo a la prueba (y volver corriendo también tras acabar), es decir, estoy 59" más lento que el año pasado por esta fecha.

Aun así aun estoy recuperando la forma y el año que viene estaba cerca del pico para la maratón de Málaga, así que, si las molestias se mantienen al margen, creo que puedo llegar a mejorar la marca en la cita malagueña.

Acabo muy contento, tanto por mi podio como por el de mis compañeros, ya que fuimos uno de los clubes más numerosos en el cajón de premios, trayéndonos a casa nada menos que 8 trofeos.

Grande el Club Atletismo Fuengirola
Mención especial para Olga, ¡3ª femenina absoluta y campeona en su categoría!
Como estaba ya frío y no había tenido molestias en toda la carrera decidí usar el sentido común y volver también en coche a casa; si todo va bien ya doblaría la jornada siguiente, pero esa será otra historia...

¡Esto ha sido todo amigos!

Comentarios