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XXVI Media Maratón Internacional de Torremolinos


364 días después, volvía a participar en la media maratón de Torremolinos, con el mero objetivo de acabar sin molestias.

El año pasado establecí mi mejor marca en el circuito, pese a llegar algo resfriado y con poco entrenamiento debido a los exámenes de final de semestre, pero este año tras el parón desde septiembre el panorama pintaba aun peor...

Lo de hacer marca ni me lo planteaba, y aunque dudaba si participar con las Luna Sandals, al final me decanté por mis viejas Supernova, con las que he corrido ya cuatro ediciones y varios miles de kilómetros... poco a poco, el debut llegará.

Llegaba con cerca de la mitad de kilometraje entrenado en carrera a pie este año con respecto a la edición anterior, pero metiendo casi 100 kilómetros en bicicleta y varios días de entrenamiento "de gimnasio" casero, inmerso en la cuarta semana de preparación para los 101 Kilómetros de Ronda 2015 (si pillo plaza); ya tengo continuidad, aunque aun me falta el fondo.

Llegamos temprano Mayte (mi prometida) y yo, y tras aparcar nos dirigimos a la zona de salida, buscando ya a los compañeros del Club Atletismo Fuengirola que pudiesen haber llegado.

Me encontré con varios de ellos, Miguel Ángel, Fernando, Cholo, Pepe... pero los "habituales", entre ellos Rocío, con mi dorsal, no aparecían.

Creo que ha sido la espera de media maratón con más presión previa a la salida, no por marca ni nada similar, sino porque no había forma de contactar a mis compañeros, mientras el reloj avanzaba y el cajón de salida se llenaba.

No obstante aproveché bien el tiempo, saludando a Chemari, atleta con el que, junto con Paco, recorrí hace año y medio prácticamente todas las medias de la provincia, Jonatán, compañero de la diplomatura de educación física, hace unos años, con el que sigo en contacto, Cristóbal, con quien llevo coincidiendo en pruebas desde la media maratón de Álora del año pasado (el del tatu de la bici), varios compañeros del club de trail vecino La Senda, Alejandro, compañero del grado de lengua extranjera... y muchos más.

No obstante, pese a ir llegando poco a poco otros compañeros del club (Isidro, Luis Alberto, José Manuel, Julio, Ramón...), hasta las 10 menos 10 no llegaron Manolo, Javi, Rocío, José Luis y mi anhelado dorsal y chip.

Me los coloqué lo más rápido posible, nos echamos una foto de grupo (los que estábamos fuera del cajón de salida todavía, faltan la mitad), me despedí de Mayte y me encaminé al cajón de salida.



Previamente había tenido fresco, pero por suerte el viento que ha estado azotando la costa esta semana brillaba por su ausencia, y el "calor humano" del cajón me envolvió al instante.

"¡Maldición, estoy demasiado atrás...!" el año pasado pude pegarme lo máximo posible al cajón de federados y al quitarlo estaba prácticamente a 5 metros de la línea de salida; este año podría pasar ampliamente un minuto hasta que llegase a la línea de salida...

Vi a un grupo de Amigos del Canal de Puente Genil, pero estaban demasiado lejos como para poder llamar su atención, así que coloqué junto a Ramón y Javi, compañeros del club, puse en marcha el GPS y estuvimos charlando hasta que comenzó la prueba.

Si el domingo que viene no tenéis planes, no os podéis perder su vigésimoquinta edición de media maratón en Puente Genil, me da mucho coraje que coincida con Calamorro, si no nunca me la hubiese perdido, y menos en un aniversario tan especial, pero si vosotros tenéis la oportunidad, no dudéis en asistir.





Si pincháis en esta tercera imagen igual se aprecia mejor... 39 segundos tardé en pasar bajo el arco de salida una vez comenzó la prueba, pero por eso no hay problema, activé el Garmin Forerunner 310 XT (del que cuando llegue a 1000 kilómetros de uso haré evaluación a fondo) al pisar la banda de los chips, el problema fueron los parones en los primeros kilómetros y los adelantamientos en zigzag durante varios kilómetros.


Gracias a @DorsalSur por la instantánea
Por cierto, el recorrido idéntico al del año pasado, os dejo el perfil para que sepáis a qué nos estábamos enfrentando... si, cogimos paseo, pero también cuestas de todos los tamaños.


Tras la habitual bajada a todo gas por la Avenida Palma de Mallorca, y repitiendo el callejeo inicial del año pasado, pasamos por segunda vez bajo el arco de meta, este año en 8:17 (kilómetro 2), bien de pulso y sensaciones, pero lejos de los 6:38 del año pasado... bueno, media maratón es una distancia en la que puede pasar de todo, y todavía no acababa de poner un ritmo con el que estuviese cómodo del todo, habría que esperar a que avanzasen los kilómetros para ver como me iba encontrando.




En la subida de la Calle Isabel Manoja me pasó Cristóbal, muy fuerte tras bajar recientemente de 1:24 en media maratón en La Cartuja, y me animó a alcanzar a la liebre de 1:30:00, en la lejanía.

La cuesta me había arrebatado el aliento, así que le respondí como pude que si, que el objetivo era hacer de 1:30:00 hacia abajo, pero como no hice ademán de apretar el ritmo dejé que continuase su galopada.

Hasta el comienzo de la subida por Calle Costa Rica no vi camisetas del club, Ramón había desaparecido en la salida, esprintando mientras avanzaba en zigzag con potencia, y al resto de compañeros no los había visto aún; ahí identifiqué a lo lejos a Rocío, a quien adelanté bajando hacia el Molino de la Batana, acercándome a la liebre.

Me estaba costando horrores pillarla, y mientras pasábamos por esa zona intermedia entre el Aqualand y el Pinar de Torremolinos me puse a recordar aquella lejanísima Carrera Popular de la Feria de San Miguel 2013, mi segunda prueba en España tras mi época Erasmus y segundo podio consecutivo en su momento.

Sin darme cuenta me había metido en mi mundo y hasta había bajado, inconscientemente, el ritmo, pero un corredor me sacó de mi ensimismamiento al grito de "el corredor cetogénico" (en referencia al paradigma nutritivo adoptado el pasado mes de Enero), y tras saludarnos apreté el ritmo intentando alcanzar al grupo de 1:30:00.

Identifiqué a José Luis en el grupo y cambié de ritmo hasta alcanzarlo; ¡20 minutos y medio y 5 kilómetros tras comenzar la prueba conseguía alcanzar a la liebre!

Poco más lejos se encontraba Manolo, a quien me puse como objetivo una vez puse un ritmo cómodo, concretamente tras beber en el primer avituallamiento y "dejarme caer" en la bajada del Cocodrilos Park de Torremolinos.

Iba prácticamente a la par de la liebre, pero como el grupo era bastante grande, lo rodeé y me situé delante, con espacio a ambos lados y delante mía para correr con comodidad.

Estaba en ese punto de la carrera en el que aún era muy pronto para confiarse, pero las sensaciones te invitan a apretar más; aun así tuve la cabeza fría de no hacerlo, y hasta el inicio del kilómetro 7 y su empinada pendiente no me puse a la altura de Manolo, que no iba cómodo debido a un flato que le aquejaba.

Aguantamos poco a la par, y tenía dos opciones, o bajar el ritmo, esperar a la liebre de 1:30:00 y asegurar marca, o lanzarme a la aventura e intentar igualar la marca del año anterior; recordaba que hasta ese punto había promediado 3:40 minutos el kilómetro, y ahora iba rodando a ritmos cercanos a 4, pero en el tramo final me vine un poco abajo, así que ¿por qué no intentarlo?

Además, encontré rápidamente otra referencia, a Del Toro, con quien coincidí en la quedada para probar la Sportiva Ultra Raptor que organizó La Senda, así que me propuse pillarlo para ponernos al día.

Cambié de ritmo de forma prolongada, ya que estábamos subiendo por la cuesta que dejaba a mano izquierda el Parque de la Batería, y empezamos a charlar.

Se me pasaron volando los kilómetros que recorrimos juntos, hablando de las carreras por montaña en general, las pruebas de Calamorro y Cara los Tajos, el Ternua Snowrunning de Sierra Nevada y el reciclaje de envoltorios en pruebas de montaña, entre otros temas.

Sin embargo, en la bajada tras el avituallamiento del kilómetro 9, me encontré fuerte y cambié ligeramente el ritmo, promediando mi primer kilómetro por debajo de 4 en todo lo que llevábamos de media; ¡estaba pletórico!

En el pasillito que conectaba la Calle Salvador Allende con el paseo marítimo reconocí y saludé a Barry, corredor irlandés, una de las últimas incorporaciones del club, y tras saludarle con ánimo, continué a buen paso.

No obstante, tras varios kilómetros de paseo marítimo y a pesar de los ánimos del público, "pinché" en el kilómetro 13, al percatarme de que estaba rodando a 4:15 y subiendo el ritmo kilómetro a kilómetro.

Me adelantaban corredores a los que había pasado en la primera mitad de la prueba, Del Toro entre ellos, o un muchacho de mi edad de Tolox al que recuerdo de compartir podio en la lluviosa XXIV Media Maratón de Marbella 2009 (creo que es de Benahavís, si lo conocéis avisadme, hacía muchísimo que no lo veía y no conozco su nombre).

La carrera avanzaba, los corredores avanzaban, y me costaba mantener el ritmo, así que me concentré y me propuse, ya escuchando a lo lejos a la liebre de 1:30:00 hablando, correr al menos 1 segundo más rápido por kilómetro hasta que acabase la prueba, comenzando justo en el inicio de la Cronoescalada de Bajondillo, en la Punta de Torermolinos.

Kilómetro 13 en 4:18... quedándome "solo" en mi tramo de la carrera, ya que los corredores de delante estaban cada vez más lejos, y por detrás tenía la presión de no ver sombras pero oír pisadas, y la voz de la liebre de 1:30:00.

Me pareció oír la voz de una muchacha que preguntaba por mis Fivefingers llegando al kilómetro 14, pero iba tan concentrado que procesé la información cuando ya había pasado a ese grupo de público.



Paso la rotonda que este mismo jueves pasé en bici, durante la huracanada mañana de mi tirada larga en la que reconocí parte del trazado de la media, se acaba el kilómetro 14 (4:16) y noto presión en mi hombro derecho.

Presión... presión... presión... hasta el punto de casi salirme de las vallas que delimitaban el recorrido, y al girarme, confundido, me encontré con un sonriente Germán (estuvo trabajando en "mi" banco un tiempo, gran Iron man y mejor persona el triatleta), y estuvimos poniéndonos al día.


Gracias a @DorsalSur por la instantánea
Fue el segundo corredor que me preguntó como me había ido la semana pasada en el Trail de la Capitana, pero lo gracioso es que yo participé en la edición del 2014, por lo que o me ha salido un doble o participo en pruebas que luego no recuerdo (y mira que me considero dotado de buena memoria...).

Avanzamos por el paseo marítimo, Germán me deja atrás, pero del grupo que me aventaja van "cayendo" poco a poco corredores, y al ir "cogiéndolos" me vengo arriba.

En el kilómetro 16 giramos a la izquierda hacia la Avenida de la Riviera, "cojo" al primero de los corredores y me adentro en la zona final de cuestas, camino a la meta.

Me fijé, como siempre, en las camisetas de todo el que me adelantaba (pese a ir pasando gente, también era adelantado, y la liebre me acechaba de cerca), y vi a dos corredores con la camiseta de Vitalpodo, a los que saludé y pregunté si conocían a Antonio o Patricia.

"¡Claro!" comentaron al unísono, y uno de ellos, "el bombero", me pidió que escribiese sobre ellos en el blog, así que, como lo prometido es deuda, aquí los cito; no los llegué a alcanzar posteriormente.

Pese a avanzar en cuesta trato de mantener el ritmo, pero en el Camino del Carnicero (kilómetro 18) me alcanzan la liebre de 1:30:00 y su grupo.

Me vengo un poco abajo anímicamente, pero un muchacho que iba en paralelo a la prueba montado sobre una Cerveló, de triatlón, por la pinta del modelo (lo vi también en los primeros kilómetros de la prueba, antes de comenzar el ascenso por la zona de Costa rica), le comenta que va "sobrado" para bajar de 1:29:00, pero él le replica que en las cuestas del final ya recuperarán.

Se me ilumina la cara, sonrío, y acelero; quedan poco más de 3 kilómetros, si mantengo el ritmo puedo acabar en 1:29:00 (menos, ya que tardé cerca de 40 segundos en pasar por el arco de salida cuando comenzó la prueba), y si me la juego, puedo llegar a igualar la marca del año pasado.

A esas alturas de la prueba uno ya no se piensa las cosas, así que me lancé en carrera.

Barry me alcanzó en el Camino del Pan Triste, le expliqué que una vez pasásemos el puentecito habría una pendiente a favor, una grande, vuelta a la zona del principio y meta, y nos lanzamos a la carrera.

Al comienzo de la cuesta grande, en la Calle de las Mercedes (que subí esta mañana mejor que el jueves en bici) Barry me dejó atrás, pero de repente me vi transportado a la edición del año pasado, cuando Sergio me recogió para acabar el final de cuesta a sprint.

Llegué con una motivación y ánimo al límite a la zona de la Plaza de las Alpujarras, y me dejé caer en un sprint final contundente por la Calle Hoyo, hasta cruzar la meta, feliz.


Gracias a @ellocoquecorre por la instantánea

Gracias a @ellocoquecorre por la instantánea


Justo antes de cruzar la meta vi el crono con el tiempo oficial; 1:28 y pocos segundos; paro el mío nada más cruzar por meta; 1:27, aunque sin mostrarse los segundos.

Antonio, el podólogo, compañero del máster de Investigación e Actividad Física y Deporte, es el primero en saludarme y felicitarme nada más pasar por meta, y tras él Cristóbal, varios conocidos (entre ellos un tuitero con el pelo más corto que la última vez que nos vimos) y Antonio, de los Pollos Runner, que se "ha salido" con una hora 23 en; su objetivo es bajar el sub 1:20, que lo tiene a mano en cuanto se meta en una media maratón llana.

Tras coger los productos de regalo post-prueba (bolsa del corredor, agua, isotónica...) Antonio y Mayte me recibieron en el exterior de la zona de meta, e inmortalizaron mi tiempo y posición oficial en la prueba.


Tiempo oficial 1:28:17, tiempo real (según Garmin), 1:27:48 ¡sólo tres segundos mas "lento" que el año pasado!

Curiosamente, y como comenté en la furgoneta de camino a Santiponce, corro mejor en pruebas largas que en cortas; en el Campeonato Andaluz de Cross Universitario de Itálica promedié 4:17 min/km, y hoy en Torremolinos 4:10 min/km, en un circuito mucho más duro.

Remonté, pese a pinchar en el paseo marítimo momentáneamente, un tiempo que veía imposible alcanzar antes de la prueba, cuajando una buenísima actuación en el tramo más duro de la carrera.

La semana pasada toca repetir en Calamorro, donde voy con la idea de partida de "destrozar" mi marca del año pasado; ¿nos veremos allí?

Una vez acabado todo, "selfie" y para casa, se acabó el atletismo por esta semana.



¡Ya os contaré como han ido los entrenos en breve!

Comentarios

  1. Crónica muy bonita Juan. Especialmente me ha gustado la anécdota de "el corredor cetogénico" y las fotos junto a tu marca final y el selfie con el que terminas. Enhorabuena por el tiempazo y sigue así, que muy pronto llegarán más victorias personales. Un saludo.

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    1. ¡Muchas gracias Emilio!

      Lo mejor fue darme cuenta, mientras me duchaba en casa, de que no me había acordado ni una sola vez de la rodilla en toda la mañana.

      ¡A ver si coincidimos pronto crack, un abrazo!

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  2. Hola Juan!

    Enhorabuena por tu sana vuelta. Y enhorabuena por lo que esconde el detalle "(mi prometida)".

    Solo un detalle: lengua extrajera? más bien del grado, pues yo hice inclusiva jeje. tantas clases diferentes al final acaban liando. aunque también puedes llamarme compañero del club at. málaga, como prefieras.

    Parece que te han regalado un buen garmin, del cual hay versiones más actuales pero también más útiles si lo que queremos es gastarnos un sueldo entero. Seguiré tu review sobre él.

    Y creo que darás clases con Ángel Carmona según leo en tu twitter. Seguro que entre los dos hacéis algo memorable. Suerte en el proyecto.

    Un saludo!

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    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias Alejandro!

      Has estado atento ;) ¡cierto! con el lío de clases que tenía no veas... jajaja

      Ya contaré, voy a medio camino de los 1000, en un mes más me los ventilo seguro.

      Con Ángel vamos a montar un grupo de entrenamiento, asfalto-montaña, por Benalmádena, si te interesa avisa, planeamos empezar esta semana, ya colgaré más información cuando la concretemos.

      Espero verte pronto, ¡un abrazo crack!

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