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I Carrera Solidaria Ruta 091 Fuengirola

Era la primera vez que se organizaría, entre la policía y el ayuntamiento de Fuengirola, pero tenía claro que iba a causar expectación, ya que llevaba tiempo escuchando por todas partes que gente de todo tipo se iba a apuntar a esta prueba, bien solos o bien con sus niños.

Yo tenía bastante claro que acabaría inscribiéndome también, pero quise ser prudente y esperé hasta que, la semana después de los 101 kilómetros de Ronda, vi que las piernas empezaban a recuperarse y me apetecía probarme en una carrera corta.

El precio a pagar fue que las camisetas de la talla S y M se habían agotado, así que pedí una L que recogí en el Miramar y le daría a mis padres.

Me alegré mucho por María José Ponce, que me contactó a finales de abril para que le echase una mano para promover la carrera porque llevaban pocas inscripciones y al final, hubo hasta gente que se quedó fuera, fue todo un éxito de participación.

Así que, con las piernas aún terminándose de recuperar tras la paliza por la serranía rondeña tres semanas atrás, bajé trotando al Recinto Ferial y tras la foto de grupo de rigor, terminé el calentamiento y me dirigí a la salida.

La idea sería salir a 3:25 y aguantar lo máximo posible a ese ritmo, ya que el circuito sería rápido pero sabía que no estaba para mucho más; de hecho no tenía claro que pudiese mantener ese ritmo todo el rato, ya que llevaba más de seis meses sin hacer entrenamiento de calidad

En la salida, Gustavo Arias, el padre de Hugo, me dijo que la idea de su hijo era salir a 3:10 minutos el kilómetro aproximadamente y me tanteaba para ver si le podía acompañar.

Sabía que no estaba para esos ritmos, así que decliné la propuesta y le pregunté a Riccardo que ritmo pensaba llevar él, pero me dijo que 3:10-15 así que me propuse correr a mi ritmo y dejarles ir.

Me sorprendió ver mucha dispuesta en primera línea de salida, con varios que se me pusieron por delante y a quienes no conocía, pero como no iba a disputar la carrera, me quedé en segunda fila esperando la salida, que llegaría un poco después de la salida para personas con diversidad funcional.

Tras la señal de salida dio comienzo la prueba y salimos a todo correr hasta los arcos del recinto ferial, donde ya había adelantado a varios corredores y avanzaba en cuarta posición.

No tardé en colocarme tercero, con Hugo bien destacado pero a la vista y Riccardo a unos diez metros y alejándose, pero poco a poco.

El GPS marcó el pitido del primer kilómetro a la salida de la rotonda del antiguo Mercacentro, del que ya no quedan ni los cimientos y decidí no mirar el ritmo que llevaba, ya que Hugo había dejado de ampliar su ventaja y Riccardo cedía terreno.

Yo por el momento me sentía cómodo y fuerte, así que me concentré en la zancada y en alcanzar a Ángel, que corría en silla de ruedas y al que alcancé en la esquina de Desayunos Felipe.

Mi siguiente referencia era Riccardo, a cuya espalda me situé en la bajada a la rotonda del torso y aunque aumentó un poco el ritmo, no me quedé atrás y avanzamos codo con codo hasta dejar atrás la Policía Local de Fuengirola, momento en el que noté que bajaba un poco el ritmo.

Ahí ya si miré el GPS y vi que íbamos a 3:24, pero me sentía fuerte y veía que Hugo comenzaba a mirar hacia atrás y parecía ceder terreno poco a poco, así que le dije a Riccardo que intentásemos alcanzarlo y comencé a tirar.



Estuvimos corriendo prácticamente codo con codo siguiendo la estela de Hugo hasta el semáforo de los boliches en el que nos desviaron hacia la rotonda del barco, cuando, a falta de poco más de un kilómetro, Riccardo metió una marcha más y comenzó a alejarse.

Intenté aguantarle el cambio, pero en la subida hacia el recinto ferial se me comenzaba a escapar, al igual que Hugo, que de estar a poco menos de diez metros de nosotros, parecía recuperar un poco de ritmo.

Apreté en la subida hacia la meta, en la que Riccardo parecía por momentos que podría alcanzar a Hugo pero al final entramos manteniendo las posiciones que habíamos llevado prácticamente toda la carrera.

Hugo entró primero, en 16:28, a 3:17 de media, Riccardo segundo en 16:36, a 3:19 y yo por mi parte paré el crono en 16:38, también a 3:19 y en tercera posición.

Tras continuar al trote junto a Adrián Johansen unos kilómetros y terminar de enfriar, fui a casa de mis padres a cambiarme y ducharme y volví para disfrutar del ambiente post carrera y de la entrega de premios.

Para ser una primera edición los premios fueron muy buenos, ya que además de la placa de metacrilato para los tres primeros, nos dieron un vale por un litro de helado en el Australiano, un lote de productos dentales (para compensar) y a los pocos días me llamaron para comunicarme que también teníamos acceso a dos pases para el zoo, que de hecho tenía pensado comprar para ir con mi mujer y mi niño los fines de semana.

El recorrido fue muy acertado en mi opinión, los premios estuvieron genial y además hubo sorteos, pero como idea para otros años, ampliaría las inscripciones para que nadie se quedase fuera, metería categorías de edad para animar a más gente aún a participar y daría opción a comprar la camiseta el día de la prueba, ya que a la gente le encantó y es otra forma de colaborar para aquellos que no puedan correrla, o aun corriéndola, quiera otra de recuerdo.

Por mi parte estoy muy contento con la prueba y el resultado, mucho mejor de lo esperado, así que si puedo encajarla en mi calendario, estará fija para el año que viene ;)

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