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VII Circuito Carreras Urbanas Fuengirola - Recinto Ferial

Tras varias semanas tocaba un nuevo doblaje, de nuevo con una carrera en Fuengirola y una prueba del circuito de Diputación Provincial de Cross.

El escenario volvía a ser el Recinto Ferial, esta vez para poner el punto final al Circuito de Carreras Urbanas de Fuengirola, con casi seis kilómetros en un circuito similar al de la carrera contra el cáncer de hace tres semanas.

Llegué temprano al trote, recogí el dorsal y la camiseta, que dejé en casa de mis padres y continué el calentamiento un poco más.

Hoy no acudirían Cristián ni Carretero, pero Riccardo está muy fuerte y yo aún tenía las piernas cargadas de las series del miércoles, que hice en pista y con clavos por primera vez en meses.

La idea sería salir tras su estela y controlar la segunda posición, sin animarme demasiado puesto que el cross del Rincón de la Victoria prometía emociones fuertes.

Salimos a buen ritmo con el pistoletazo de salida y me di cuenta de que notaba algo deslizándose por la pierna derecha y al segundo oí un sonido metálico... ¡eran mis llaves!

Palpé el bolsillo de la malla y noté un agujero, empezaba bien la cosa.

Más centrado en recuperar las llaves, puesto que Mayte estaba subiendo los perros a casa de mi suegra y debía ducharme y cambiarme nada más terminar la carrera para llegar a tiempo a la segunda cita, avisé a mi madre de que se me habían caído las llaves.

Cristián me ayudó, aunque creo que aún no se había percatado.

Ya ascendiendo tras Riccardo, a 3:12 minutos el kilómetro, dejé que se fuese un poco en el giro antes de comenzar la bajada, con viento en contra.

Mantuve la zancada esperando por si alguien tomaba el relevo y tiraba tras él, pero llegamos a la avenida en primera y segunda posición, completando yo el segundo kilómetro a 3:23, llevandome ya Riccardo unos cincuenta metros de ventaja.

Me animó ver a mi abuela sentada en un banco en la fuente de los caballos y tras girar en la mediana de Mercacentro calculé que llevaba unos cinco segundos de ventaja sobre el tercer y cuarto clasificado, que iban a la par; algo menos de lo que había calculado que me llevaba Riccardo a mi.

Pusimos rumbo a la rotonda del seiscientos y bajé un punto más el ritmo, ya que me notaba demasiado agitado, pero por momentos no me alcanzaban.

El tercer kilómetro lo completé a 3:33, con Riccardo ya perdiéndose en el horizonte y el cuarto, tras el giro en la mediana del seiscientos a 3:37, pero teniendo en cuenta la pendiente y el giro, el ritmo era similar.

Vi que me se me pegaba el tercer corredor, así que como tenía aun bastante fuelle alargué la zancada en la bajada, completando el quinto kilómetro de nuevo en 3:33, aunque con una sensación de esfuerzo ya considerable.

Entramos en el recinto ferial y al saludar a Reo me dijo muy serio que llevaba pegado al tercer corredor, así que muy a mi pesar metí una última marcha en el giro de las casetas y me dejé de ir en la bajada final a meta, completando el último kilómetro a 3:25, con apenas tres segundos de ventaja son respecto a mi perseguidor, pero suficientes para mantener la segunda posición.

Felicité a Riccardo, me dirigí a la mesa de la organización para recoger las llaves y seguí trotando a casa, ya que me esperaba la segunda cita...

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