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Volando bajo en el Elola (¿retorno a la pista?)


Pese a llevar años corriendo, nunca he sido fan de la pista; he corrido millas (dos en toda mi vida deportiva), leguas, 10 kilómetros... y de ahí hasta maratones, pero nunca distancias menor a los 1609 metros en competición.

De hecho, prefiero entrenar series en "pistas naturales", como en la playa a primera o última hora del día, pero esta tarde he sentido que quería correr en pista, por primera vez en mi vida deportiva, he disfrutado entrenando en pista en solitario.

No os alarméis, no me he vuelto velocista de repente, ni por asomo, soy "lento" y lo sé, pero eso es mi punto fuerte, sé a qué ritmos funciono mejor y, dosificando bien puedo mantener ritmos de 4:00 minutos por kilómetro e inferiores durante distancias de media maratón, que es el ritmo que promedio aproximadamente en carreras de 10 o 15 kilómetros (mientras que la mayor parte de los mortales suele correr a un promedio más elevado cuanto menor es la distancia que ha de recorrer).

Pero recapitulemos, antes de nada.

Durante la época en la que entrenaba con mi padre (2007-2008-2009), frecuentábamos la pista cada mes o dos meses a más tardar, realizando en ella entrenamientos "espartanos", de pirámides (400-800-1200-1600-1200-800-400), doble test de Cooper (12 minutos corriendo a tope) o 5x2000 (las series cortas las solíamos entrenar en la cuesta de subida al Castillo de Fuengirola).

Posteriormente, cuando se vio obligado a dejar el deporte al que tanto le había dado y que tanto le había aportado a él, por motivos de salud, comencé a entrenar en solitario, esquivando la pista siempre que podía, ya que la mera opción de pasar la tarde o noche dándole vueltas me aburría sobremanera, lo intenté alguna vez, pero o no acababa los entrenamientos o mi rendimiento era muy inferior al esperado.

Sin embargo, este año, entre una cosa y otra, he estado yendo más que en los últimos años juntos, primero en febrero, para realizar el Test de Gavela con Julio y José Antonio, compañeros del Club Atletismo Fuengirola, como predictor del ritmo ideal para la Maratón de Sevilla.

Hasta el 30 de abril no volvería por la pista, gracias a una quedada de compañeros del club en la que comencé con dos series de 1200 a tope (4:16 y 437, pensaba hacer 5, pero tras la segunda estaba mentalmente hundido) y posteriormente me acoplé a las series de 400 que estaban realizando mis compañeros, en las que rodé a 1:14, 1:17 y 1:17.

Hubiese seguido, ya que Óscar, compañero de trabajo de Rocío en el Gimnasio Coliseo nos marcaba el ritmo, y al hacerlas en grupo era muy sencillo mantener el ritmo, a la par que ameno; sin embargo estaba derrengado, las dos primeras series de 1200 habían succionado toda mi energía.

No recordaba cuando era la última vez que hacía series de 400, y puedo decir que hasta disfruté, aunque, con semejante compañía, no era difícil.






Me quedé con ganas de más, y en la siguiente quedada de pista acudí sin falta, aunque tan solo coincidí con José Antonio, que tenía entrenamiento específico preparado.

Yo tenía hambre de 400, así que, parcialmente solo (coincidimos en varias series), completé un 10x400 tal que así.

Distancia
Tiempo invertido
Promedio
Series Elola + 2 kilómetros

400
400
400
400
400
400
400
400
400
400
àß

1:25
1.27
1:20
1:21
1:22
1:22
1:21
1:19
1:18
1:15


3:32 min/km
3:38 min/km
3:20 min/km
3:22 min/km
3:25 min/km
3:25 min/km
3:22 min/km
3:18 min/km
3:15 min/km
3:08 min/km


Fue duro, mucho más que en la anterior ocasión, especialmente teniendo en cuenta que el fin de semana previo me había enfrentado a los 101km en 24 horas de La Legión, pero me sentí muy bien finalizando las 10 series que tenía en mente, por debajo del ritmo de 1'25" que me había marcado como tope, que solo rebasé en la segunda serie.

Hoy, 3 semanas después, habiendo competido 3 fines de semana consecutivos, en dos carreras populares (Arroyo de la Miel e Istán) y un ultra trail (Animal Trail) volvía a la pista, solo y a sabiendas de ello, con ganas de ver de qué era capaz sin el ánimo y el "efecto competición" de tener compañía.

Llegué al estadio sobre las 17:20 de la tarde, hacía mucho calor, pero yo, previsor, me había preparado dos botellines de agua con jugo de limón recién exprimido, para paliar el efecto del calor.

Las escuelas deportivas no comenzarían hasta las 18:00, así que la pista era mía.

Había llegado trotando durante un kilómetro, cambiando de ritmo y adaptando la pisada según me pidiesen las Fivefingers, así que estaba ya a tope, y nada más llegar, repetí el mismo cuadro de series que el 14 de mayo.

Ya en la primera serie me notaba volar, bajando 6 segundos el tiempo de la anterior ocasión, lo que me animó a apuntar las décimas de segundo, para poder comparar al milímetro el próximo asalto.

la segunda serie fue aún mejor, el viento soplaba de cara en la segunda mitad de la serie, pero me refrescaba y me empujaba afrontando la recta final, en la que llegaba dándolo todo, tras haber ido reteniendome en 3 tramos que tengo calculados para rondar 1'20" de media (pensaba que sin la fatiga de los 101 podría rodar hasta 5 segundos por kilómetro más rápido, que se mostraron cortos al final).

De la sexta a la séptima serie hice un descanso algo mayor y me bebí un bidón de isotónica, y lo noté al ponerme en marcha de nuevo con gemelos y cuádriceps algo tensos y rodando casi 3 segundos más lento que en la serie anterior, en la que "me salí".

Sin embargo, recuperé el ritmo y acabé con la que es la serie más rápida que recuerdo hasta la fecha en 400, 1'14"18, que no será un gran registro, pero para mí es motivo para estar más que orgulloso.

Los resultados me han animado muchísimo, he llegado a recortar 9 segundos a alguna de las series de la última ocasión, he sido muy regular y he hecho la mejor serie al final, como mi padre me decía siempre.

Este ha sido el entrenamiento:

Distancia
Tiempo invertido
Promedio
Series Elola + 2 kilómetros

400
400
400
400
400
400
400
400
400
400
àß


1’19”87
1’18”14
1’16”73
1’16”69
1’16”79
1’15”89
1’18”05
1’17”13
1’17”39
1’14”18



3:18 min/km
3:15 min/km
3:10 min/km
3:10 min/km
3:10 min/km
3:08 min/km
3:15 min/km
3:12 min/km
3:12 min/km
3:05 min/km

Entre serie y serie apuntaba la marca, caminaba durante 25 metros, trotaba durante 50 y caminaba durante otros 25, pegado a las gradas (aunque estaba solo, es la costumbre), y al volver al punto de inicio, reiniciaba el crono y volvía a correr.

Las sensaciones han sido muy buenas, me he quedado con la sensación de que podía hacer una o dos más a buen ritmo, y tengo intención de volver la semana que viene.

No os asustéis, no me voy a pasar a las competiciones de pista y voy a dejar de lado los maratones y ultra, que tanto me gustan, al revés, si las condiciones me lo permiten, planeo doblar el día que haga pista, acudiendo temprano y posteriormente trotando una horita suavemente para recuperar por la noche y estar listo para el siguiente entrenamiento.

Esto es todo, la experiencia me ha resultado tan contraria a lo que he estado percibiendo que era la pista durante años (monótona, extenuante, árida...) que he visto necesario redactar este post.

Espero que os haya gustado, si me lo permitís, me despido con una pregunta ¿os gusta correr en pista?

¡Un saludo a todos!

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